viernes, 27 de marzo de 2009

LA GRACIA VENIDERA

PASIÓN #3: UNA PASIÓN POR LA SANTIDAD PRÁCTICA

¿Por Qué Tenemos una Pasión por la Santidad?

Es el único camino que lleva a la satisfacción eternal en Dios. Si no hay santidad, no hay cielo.

¿A Qué me Refiero Cuando Hablo de la Santidad Práctica?

Obediencia a la Palabra de Dios en la vida diaria. El fruto del Espíritu Santo. Amor genuino por otras personas.

1 Tesalonicenses 3.12-13

12 y que el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros, y para con todos, como también nosotros lo hacemos para con vosotros; 13 a fin de que El afirme vuestros corazones irreprensibles en santidad delante de nuestro Dios y Padre, en la venida de nuestro Señor Jesús con todos sus santos.

Textos Clave que Demuestran que la Santidad Práctica es Necesaria para la Salvación Final:

Hebreos 12.14
14 Buscad la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.

Juan 5.28-29
28 No os admiréis de esto, porque viene la hora en que todos los que están en los sepulcros oirán su voz, 29 y saldrán: los que hicieron lo bueno, a resurrección de vida, y los que practicaron lo malo, a resurrección de juicio.

Gálatas 6.8-9
8 Porque el que siembra para su propia carne, de la carne segará corrupción, pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. 9 Y no nos cansemos de hacer el bien, pues a su tiempo, si no nos cansamos, segaremos.

Santiago 2.17
17 Así también la fe por sí misma, si no tiene obras, está muerta.

1 Juan 2.4
4 El que dice: Yo he llegado a conocerle, y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso y la verdad no está en él;

2 Tesalonicenses 2.13
13 Pero nosotros siempre tenemos que dar gracias a Dios por vosotros, hermanos amados por el Señor, porque Dios os ha escogido desde el principio para salvación mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad.

Mateo 6.15
15 Pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras transgresiones.

Romanos 8.13
13 porque si vivís conforme a la carne, habréis de morir; pero si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.

1 Juan 3.14
14 Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida porque amamos a los hermanos. El que no ama permanece en muerte.

1 Juan 1.7
7 mas si andamos en la luz, como El está en la luz, tenemos comunión los unos con los otros, y la sangre de Jesús su Hijo nos limpia de todo pecado.

El Problema Creado por la Necesidad de la Santidad Si somos justificados de una vez por todas por gracia por medio de la fe, aparte de las obras al momento de la conversión verdadera, entonces ¿cómo es que nuestra salvación final puede ser condicional a una vida transformada de santidad?

Romanos 3.28
28 Porque concluimos que el hombre es justificado por la fe aparte de las obras de la ley.

Romanos 5.1

1 Por tanto, habiendo sido justificados por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro
Señor Jesucristo,

Gálatas 2.16

16 sin embargo, sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino mediante la fe en Cristo Jesús, también nosotros hemos creído en Cristo Jesús, para que seamos justificados por la fe en Cristo, y no por las obras de la ley; puesto que por las obras de la ley nadie será justificado.

La Solución Dada por la Confesión de Fe de Westminster, Capítulo XI
(1) A quienes Dios llama eficazmente, también los justifica gratuitamente no por infundir justicia en ellos sino por perdonarles sus pecados, tener y aceptar sus personas como justos; no por algo hecho en ellos o por ellos sino solamente por causa de Cristo . . . (2) Así, la fe es el único instrumento de justificación cuando ésta recibe a Cristo y se apoya en su justicia. Sin embargo, en la persona justificada la fe no va sola sino que va acompañada de todas las demás gracias salvadoras. Y ésta no es una fe muerta sino que actúa por amor.

En otras palabras, somos justificados por la fe sola, pero la fe nunca permanece sola. Por lo tanto, la fe justificadora siempre e inevitablemente está acompañada de buenas obras.

Así que la pregunta crucial es: ¿Por qué es que la santidad práctica (i.e. el amor) acompaña
inevitablemente a la fe justificadora?
Respuesta preliminar: La fe misma es el agente de buenas obras. Estas no acompañan meramente a la fe. Ellas surgen por o a través de la fe. La fe es el agente que produce las obras. Y lo hace necesariamente. Por tanto, las obras son la evidencia de la fe verdadera, y no son el medio de la salvación en el sentido en el que lo es la fe. Ellas son la evidencia de que la fe es real y por lo tanto son necesarias para la salvación final, aunque no son la base de ésta, como lo son la muerte y la justicia de Cristo, ni tampoco son el medio, como lo es la fe.

Thomas Watson lo expresó de esta manera: utilizando la palabra “arrepentimiento” para referirse al cambio práctico en la vida que tiene que suceder para que se otorgue el perdón de pecados, Watson afirma, “No es que el arrepentimiento amerite el perdón de pecado. Por medio del arrepentimiento agradamos a Dios, pero no lo satisfacemos. El arrepentimiento es una condición, no una causa. Dios no otorga perdón por causa del arrepentimiento, pero tampoco lo otorga sin él” (Body of Divinity, p. 557). Una

Analogía de Cómo Dios Evaluará las Obras en el Juicio (1 Reyes 3:16-27)
Recordemos la historia de cómo dos rameras trajeron un bebé al rey Salomón, ambas afirmando que el bebé era suyo. Pidieron al rey Salomón que juzgara entre ellas. En su extraordinaria sabiduría, él pidió que se trajera una espada, y que el bebé fuese dividido, dando una parte a una mujer y otra parte a la otra. La verdadera madre clamó, “Oh, señor mío, entréguese el niño a ella, y no lo mate” (v. 26). Salomón dijo, “Den el niño vivo a la primer a mujer, y no lo maten. Ella es su madre”(v. 26).

¿Qué es lo que Salomón buscaba? No buscaba una obra que ganara al niño, o que creara una relación que no existiera ya previamente. Buscaba una obra que demostrara lo que era previamente cierto, es decir, que el niño era verdaderamente el hijo de esta mujer. Esta es la forma en la que Dios observará muestras obras en el día del juicio. En su sala de juicio, Dios no está buscando obras que compren nuestro perdón. Esta buscando obras que demuestren que ya estamos gozando de los frutos de nuestro perdón. Está buscando evidencias prácticas de nuestro vivir por fe en la gracia venidera. El precio de nuestra salvación fue la sangre de Jesús, suficiente una vez por todas para cubrir todos nuestros pecados. Nosotros no añadimos al valor de su muerte expiatoria o a su justicia imputada a nosotros por Dios (la cual llamamos justificación). Pero el medio por el cual recibimos este regalo es la fe (= estar satisfechos con todo lo que Dios es para nosotros en Jesús). Esa clase de fe nos libera de la esclavitud que durante toda la vida hemos experimentado del temor a la muerte y obra por medio del amor. Por lo tanto, la fe no es solo el medio de la justificación, es también el agente de la santificación.

¿Cómo es Entonces, que la Fe Hace esta Grandiosa Obra de Santificación?
Respuesta preliminar: La fe, corta de raíz el pecado. El pecado obtiene su poder prometiendo un mejor mañana (o al menos una mejor tarde) y prometiendo satisfacciones mayores. Pero la fe verdadera es de tal naturaleza que arranca la raíz del pecado abrazando un mejor futuro y proveyendo una satisfacción más profunda. La gracia venidera de Dios es la satisfacción más profunda y el mejor futuro. Cuando usted vive por fe en la gracia venidera, el poder del pecado es destruido por el poder de una superior satisfacción y un mejor futuro.

Nuestras Tres Pasiones Hacen Surgir Tres Preguntas:
1. ¿Qué clase de vida magnificará más la supremacía de Dios?
2. ¿Qué clase de vida satisfará eternamente los anhelos más profundos de nuestra alma?
3. ¿Qué clase de vida producirá la santidad práctica necesaria para la salvación final, pero de tal manera que nuestra justificación sigue siendo solo por gracia, solo por medio de la fe, y solamente en base a la muerte de Cristo y su justicia imputada?

Nuestra respuesta a las tres preguntas es: viviendo por fe en la gracia venidera.

martes, 3 de marzo de 2009

LA GRACIA VENIDERA

PASIÓN # 2: UNA PASIÓN POR EL GOZO

¿Es esta una Pasión Bíblica?

Salmos 100.1-2
1 Aclamad con júbilo al SEÑOR, toda la tierra. 2 Servid al SEÑOR con alegría; venid ante El con cánticos de júbilo.
Mateo 5.12
12 Regocijaos y alegraos, porque vuestra recompensa en los cielos es grande, porque así persiguieron a los profetas que fueron antes que vosotros.
Romanos 12.15
15 Gozaos con los que se gozan y llorad con los que lloran.
1 Tesalonicenses 5.16
16 Estad siempre gozosos;
1 Pedro 4.13
13 antes bien, en la medida en que compartís los padecimientos de Cristo, regocijaos, para que también en la revelación de su gloria os regocijéis con gran alegría.

¿Se Contradicen la Pasión #1 y la Pasión #2?
La Respuesta de Jonathan Edwards: Dios, al buscar su gloria, busca el bien de sus criaturas, porque la emanación de su gloria implica la felicidad de sus criaturas. Y al comunicar su grandeza por causa de ellos, lo hace por sí mismo, porque el bien de ellos, el cual el busca, está en tal unión y comunión con sí mismo. Dios es su bien. La excelencia y felicidad de ellos no es otra cosa que la emanación y expresión de la gloria de Dios. Dios, al buscar la gloria y felicidad de ellos, se busca a sí mismo, y al buscarse a sí mismo, esto es, a sí mismo difuminado . . . el busca la gloria y felicidad de ellos (The End for Which God Created the World, párrafo 114). Por tanto, es fácil concebir cómo Dios debe buscar el bien de la criatura, su felicidad de hecho, en consideración suprema de sí mismo, ya que su felicidad surge de que la criatura manifieste un aprecio supremo hacia Dios al contemplar la gloria de Dios, en estimarla y amarla, y regocijarse en ella (The End for Which God Created the World, párrafo 277). El respeto de Dios por el bien de la criatura, y su respeto por sí mismo, no son dos respetos distintos, sino que ambos están unidos en uno mismo, ya que la felicidad dirigida a la criatura es la felicidad de la unión consigo mismo (The End for Which God Created the World, párrafo 278).

Mi respuesta:
Dios es más glorificado en nosotros, cuando nosotros estamos más satisfechos en él. El fin principal del hombre es glorificar a Dios AL disfrutar de él para siempre. Uno de los objetivos de este curso es demostrar que el vivir por fe en la gracia venidera es la forma de vida que unifica las pasiones 1 y 2.

John Piper